miércoles, junio 25, 2008

Bitácora de un fracaso

Ya han pasado casi siete meses desde lo último que escribí. Los resultados del "gran" salto no fueron netamente buenos, pero no fue totalmente malo. Así que dividiré los resultados en dos partes, lo bueno y lo malo. Y como la anteior nota fue optimista, en esta oportunidad partiré por lo malo.

Una de las cosas que uno debiera tener en cuenta al momento de partir independiente, es evaluar efectivamente qué tan independiente se está o se puede lograr estar. En mi caso, financieramente no estaba del todo independiente (aún no lo estoy), pues aquellos créditos que mantenía con el banco y que mis optimistas cálculos me indicaban que eran controlables, finalmente me pasarían la cuenta. En segundo lugar, ideal sería que uno tuviese una fuente de ingresos que por lo menos cubriera los costos fijos, de esa forma los ahorros ayuden a la inversión. En este aspecto al tirarme hacia la independencia, efectivamente tenía una fuente que me permitía trabajar medio día y el resto dedicarlo a los proyectos emprendedores, sin embargo, hay que tener una estrategia en caso de que esa fuente desaparezca. En mi caso, ocurrió que mi "fuente" no tenía los recursos suficientes para continuar en el proyecto en que le hacía asesorías y estaba cursando otro proyecto diferente, que tecnológicamente no estaba a mi alcance, eso sepultó el costear mis gastos fijos (arriendo, comida, cuentas). En tercer lugar, y lo más importante, es que si uno tiene un objetivo en el cual volcar todas sus energías, debe dedicarse a él aún cuando aparezcan alternativas más atractivas, pero cuya capacidad requerida lo hagan inalcanzable. En este caso, en el camino (en este descender en paracaídas por el precipicio) surgieron nuevas oportunidades muy llamativas, una de las cuales requería que me juntara con más personas, así fue que me reuní con amigos que estaban empezando también (ellos ya tenía una pequeña empresa) y les propuse esta nueva idea, que un mes después se transformó en la posibilidad de postular a un concurso de capital semilla a través de Corfo. Lamentablemente, tanto yo como mis amigos estábamos en dificultades, por lo que cuando a ellos les llegó pega formal, me quedé sin apoyo y sin tiempo para reaccionar. A esas alturas, había estado trabajando en la propuesta sin recibir remuneración alguna, sólo gastando los ahorros. Finalmente, me quedé sin tiempo para retomar los antiguos proyectos por los cuales decidí independizarme, sin dinero para solventar los gastos fijos y con el riesgo de tener que emigrar a casa de familiares.

En resumen, no seguí mis objetivos iniciales, no tuve plan de contingencia en caso de que algo saliera mal y no tenía saldadas mis cuentas, sabiendo el riesgo. A finales de Abril me vi en la obligación de buscar trabajo dependiente nuevamente, y comencé a trabajar a fines de mayo. Junto con mi ingreso me encontré con otra persona que también intentó independizarse, con la salvedad de que a él no le fue bien, porque los clientes con que montó negocios no le respondieron a tiempo.

A pesar de estas circunstancias, hubieron cosas positivas. Por lo tanto, lo que haré ahora será, tener paciencia para saldar mis cuentas y no depender financieramente de ninguna institución, para así bajar mis costos fijos. Creo que esto me tomará cinco años. Sin duda que el riesgo fue alto, si resultaba hubiese sido grandioso, pero no resultó y el golpe dolió demasiado. Sin embargo, lo volveré a intentar, la próxima estaré mejor preparado.

2 comentarios:

MARA dijo...

NECESITO CONTACTARME CON JAVIER VILLALOBOS, ALGUIEN PODRÍA DARME SU CORREO PARA PODER HACERLO?

Javier Villalobos Arancibia dijo...

jvillalobos@mi.cl